Un imbécil (como todos los profetas) ha causado conmoción en Taiwán al asegurar que un terremoto de 14 grados y un tsunami posterior con olas de 170 metros sacudirá la isla el próximo 11 de mayo. La alarma de la población incluso ha
Torre Taipei 101 en Taiwán
llegado al suicidio de una persona deprimida que se lanzó desde un quinto piso.
La noticia habla también del trabajo de la policía taiwanesa investigando las profecías apocalípticas de autoproclamado “maestro” Wang, que han infundido el temor en muchos y han fomentado la compra de refugios situados en las zonas montañosas de la isla. En Puli, aldea ubicada en las montañas centrales, se están construyendo unos 100 refugios que se venden a elevados precios, lo que ha despertado sospechas policiales de fraude o de enriquecimiento ilícito en relación con los vaticinios.
Según el “profeta”, el cataclismo derribará emblemáticos monumentos de Taiwán como la Torre Taipei 101, uno de los rascacielos más altos del mundo, o el Palacio Presidencial.
Lo que me llama la atención no es que un depravado se aproveche de los descerebrados, no. Lo que me indigna es que la policía sólo vea sospechas de fraude. ¡Hay que joderse!
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