Un ateo no lo haría…
(Reedición de un post publicado hace 7 años)
A la vuelta de año, en la época en que los presidentes hacen sus campañas, John mandó a Bobby con el ejército y todo USA. Derrotaron completamente a los vietnamitas y sitiaron Hanoi, mientras John se quedaba en Washington. Una tarde en que John se había levantado de su siesta y daba un paseo por la terraza, divisó desde lo alto de la terraza a una mujer que se estaba bañando; la mujer era muy hermosa. John preguntó por la mujer y le respondieron: “Es Marilyn, hija de Albert y esposa de Arthur Miller”.
John mandó a algunos hombres para que se la trajeran. Cuando llegó a la residencia de John, éste se acostó con ella justamente después que se había purificado de su regla, luego se volvió a su casa. Al ver que tenía retraso, Marilyn le mandó decir a John: “Estoy embarazada”.
Entonces John envió este mensaje a Bobby: “Mándame a Arthur Miller”. Y Bobby mandó a Arthur Miller…
La historia continúa con el intento por parte de John de hacer yacer a Arthur Miller con Marilyn para que “cargase con el mochuelo”, pero, al no conseguirlo, John decidió devolverlo al frente de batalla y prepararle una emboscada para que perdiera la vida, y así fue. La inmoralidad y el asesinato premeditado y con alevosía deberían ser duramente castigados. Pero fue peor. ¿Qué opinamos de este comportamiento?

El rey David
Al texto en cursiva cámbienle ustedes los nombres: John por el rey David, Marilyn por Betsabé y Arthur Miller por Urias, entonces se hallarán ante la reproducción literal de 2 Sm. 11, 1-26, del “sagrado texto de la moralidad que es la Biblia”.
El rey David, el ungido de Yavé, que en un principio no agradó a éste, no fue lapidado junto a Betsabé tal como manda el código jurídico divino (Lv. 20, 10), sino que el “castigo” infringido por el “Altísimo” consistió en matar a un inocente, matar al hijo engendrado. Dios protege al criminal (que es de su propia calaña) y se ensaña con los inocentes como suele hacer tan a menudo según el “libro sagrado”. Además Yavé incumple también su propia ley “Aléjate de la mentira. No harás morir al inocente ni al justo, porque yo no perdonaré al culpable” (Ex 23,7) ¡Chúpate esa!
No crean que he sacado este caso a relucir porque lo haya encontrado por casualidad en la Biblia, no. Tras inspirarme Pepe Rodríguez este post, podría haber tomado un texto al azar y el disparate, el encubrimiento de asesinos, las violaciones encubiertas por Yavé y lo peor de la moralidad, podrían haber salido a la luz. Hay decenas de ejemplos de “santos varones” como Abraham, Isaac, David, etc. cometiendo crímenes deleznables y encubiertos y premiados por Yavé. Esa es la moralidad.
Relacionados: Misterios de la Biblia (I) o Misterios de la Biblia (II), o La vía hacia el ateísmo y también El Papa Benedicto XVI y su “moralidad” o ¿Desaparecerá la Iglesia Católica?