…El colegio que no hay quien lo escuche.
Ayer me topé directamente con cierto programa de radio llamado “El Colegio Invisible”. Es uno más entre los denominados “programas de misterio”. Hablan de mucho, y de muchos temas, pero saben muy poco. Y es que, aunque la Ciencia no lo sabe todo, cuando no se sabe nada de Ciencia, los disparates que se dicen son monumentales.
Y es el caso del programa de anoche. Hablaron de meteoritos, asteroides, etc., un tema ciertamente interesante, porque los “destrozos” causados por impactos en el pasado han conformado lo que ahora somos (por ejemplo, gracias al impacto de un gran meteorito hace 65 millones de años, desaparecieron los dinosaurios y pudimos abrirnos hueco los mamíferos). Y digo interesante porque, aunque anoche no lo dijeron, somos la primera especie, los humanos, concienciada de la amenaza que supone el impacto de un gran asteroide (hablamos hasta de extinción de la humanidad), y por eso podemos pensar en intentar evitarlo.
Pero llegan a la radio los desvaríos. Surge el tema del famoso “impacto” en Tunguska en 1908, y con él las especulaciones sin sentido. Cómo de grande será el disparate que llegan a contemplar teorías tales como “ya que no hay cráter de impacto, lo que hubo fueron dos meteoritos”. Esa era un hipótesis. Otra era que dos naves extraterrestres en guerra luchaban y una explosionó mientras la otra se iba triunfante. Debo reconocer que, puestos a especular, la imaginación puede presentarnos escenarios maravillosos que bien pueden “venderse” como programa de entretenimiento pero jamás como programa informativo (aunque sea temática “del misterio”)

El equipo de El Colegio Invisible
Ahora viene lo bueno. Resulta que rechazaron la única hipótesis aceptada por la Ciencia y corroborada por los hechos (vean “El misterio de Tunguska” y también “Tunguska resuelto”). Esa conclusión no es ni más ni menos que la explosión de un cometa (o un trozo de él) en altura que, al ser hielo en su mayor parte, no deja cráter de impacto, y su gran onda expansiva derriba los árboles en forma radial en kilómetros a la redonda, permaneciendo en pie los troncos de los árboles que estaban justo en la vertical de la explosión. Y digo que rechazaron esto anoche en El Colegio Invisible… ¡¡¡Porque no saben nada de Ciencia!!!
El ponente, Miguel Pedrero, decía que eso no podía ser porque, según las últimas y más modernas investigaciones, en la zona se habían producido mutaciones en la masa biológica (qué bonito suena eso). Y es verdad. Pero lo que no dice este señor es que las mutaciones genéticas se producen por radiaciones, los rayos cósmicos, y los propios errores biológicos al formarse una cadena de aminoácidos. Precisamente, dando por ciertas esas últimas investigaciones, la hipótesis (para la Ciencia ya es un hecho) más acertada es precisamente la mencionada de un trozo de cometa explosionando a unos kilómetros de altura. ¿O decía eso para “avalar” las hipótesis que lleven a los pazguatos a seguir enganchados al “misterio” cuando no hay tal? Y los misterios resueltos no se puede andar continuamente cuestionándolos si no es con pruebas, esas que nunca empleó el director del programa para sacarse de la manga el bulo de la famosa bola negra de Ucrania. Y es que hay que vender revistas, como la que anuncian, Enigmas, que comparte director.
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