Un físico del MIT sugiere que el origen y evolución de la vida se basan en las leyes fundamentales de la naturaleza, por lo que «no debería ser ninguna sorpresa».
Jeremy England, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusets (MIT) ha compuesto una fórmula matemática que podría explicar la capacidad de las moléculas de desarrollar formas de vida, según declara el científico en su página web.
La fórmula, basada en las leyes de la física, establece que un grupo de átomos bajo la influencia de una fuente de energía, por ejemplo, el sol o substancias químicas, y circundado por un medio cálido, por ejemplo, el océano o la atmósfera, puede cambiar su estructura para dispersar la energía. Esto significaría que, bajo ciertas condiciones, la materia adquiere las características básicas de organismos vivos.
«Si un grupo de átomos se coloca bajo luz por un período bastante largo, no debería ser una sorpresa si se convirtiera en una planta», comenta England.
La teoría de England no contradice la teoría de evolución de Darwin. De hecho, sus ideas podrían considerarse su base. «Por supuesto, no digo que las ideas darwinianas sean incorrectas», sostiene England. «Al contrario, digo que desde el punto de vista de la física, podría suponerse que la evolución sea un caso especial de un fenómeno general», concluye el científico.
Nota de Siesp: Lo anterior apoya algo que era evidente, y es la conveniencia de buscar vida en planetas con agua líquida (el disolvente universal) y atmósferas no corrosivas. Las combinaciones de átomos evolucionan donde hay ‘movimiento’ (disoluciones en agua), y mucho más si añadimos energía. Lógicamente, no hace falta que los ‘dioses’ intervengan en estos fenómenos físicos, por lo tanto, ¿para qué sirve un dios? Para nada que no sea convertir a gente buena en estúpida o fanática.
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