El jefe de la secta católica en España, el cardenal Rouco Varela, exige al gobierno que derogue la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. Y no es para menos porque, hace 7 años salieron a la calle juntos y revueltos, curas, monjas y el PP a “ladrar” contra una ley que NO quita derechos a nadie y SÍ concede derechos a los homosexuales.
Hace unos días el Tribunal Constitucional español ha admitido la constitucionalidad de la ley que llevaba años en vigor, rechazando el recurso que el Partido Podrido presentó (presionado por la anacrónica secta católica). Hoy en día, ya en el gobierno, ese partido no ha pedido perdón aunque, al menos, ha dicho que no va a derogar la ley (a pesar de las ganas que tiene el ministro del interior y otros miembros del gobierno).
Y en éstas andamos cuando salta la secta católica a reclamar su eterno apoyo al PP y exigir al gobierno que sea coherente. ¿Cómo va a ser coherente un partido cuyo único objetivo es el Poder aunque tenga que pactar con el diablo? De manera que Rouco Varela anuncia una ofensiva doctrinal en colegios, parroquias y lugares de actividad apostólica contra una ley que considera “gravemente injusta”.
Los obispos no se resignan, ¡ni siquiera tras la sentencia del Tribunal Constitucional! El pasado 8 de noviembre lo advirtieron en un comunicado y ayer lo reiteró el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Rouco Siffredi Varela, en un discurso pronunciado ante la Asamblea Plenaria del episcopado.
La instrucción que esta caterva cínica de vividores ensotanados pretende imponernos lleva el título de “La verdad del amor humano”. ¡¡Manda cojones!! ¿Qué saben los malditos curas de amor humano? ¿A qué espera el defensor de criminales para presentarse a unas elecciones y derogar él mismo la ley? ¡Asco de secta! ¡Ojalá existiera Dios!
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