Denunciar los comportamientos “anti-humanos” de las religiones ocupa mucho tiempo en este blog. Unas veces le doy palos a la secta católica y otras a los musulmanes. El caso es evidenciar lo absurdo de creer en dios, y no porque no sea legítimo hacerlo (cada cual de modo íntimo cree en lo que le da la gana) sino porque ese “mecanismo” requiere de la supervisión de los “profesionales” (curas, imames, rabinos, etc.), verdaderos monstruos manipuladores. Y si no, miren el caso del imam de Terrassa.
“En el juicio final se tendrá en cuenta la obediencia al marido”. La fiscalía contra el odio y la discriminación de Barcelona ve indicios de delito en dos sermones que pronunció el imam de Terrassa, Abdeslam Laarusi, los días 16 y 20 de enero en la mezquita de la ciudad ante unos 1.500 musulmanes, la mayoría hombres y niños y unas 50 mujeres. Los Mossos d’Esquadra grabaron el audio de estos sermones en los que, según el escrito de la fiscalía, el imam anima a los fieles a golpear a sus mujeres con una pequeña barra de madera, el Siwak, que tiene la medida de un dedo, y a dejarlas solas en el lecho y negarles las relaciones sexuales.
Añade literalmente: «en el Islam los golpes son una práctica tolerable pero los golpes tienen límites a los que se llega cuando las otras soluciones no son efectivas». Y advierte que «tienen que ser discretos, que nadie sepa de ellos fuera de la vida conyugal«. Además dijo que los hombres están un grado por encima de las mujeres.
[…] En el segundo sermón del día 20 de enero fue incluso más lejos amenazando a las mujeres que se atrevan a denunciar a sus maridos o padres a la policía que en el día del juicio final nadie las protegerá. «Se tendrá en cuenta la obediencia al marido y a los padres». (Nota del bolgmáster: Bueno será que este sujeto efectúe en la Cárcel Modelo de Barcelona una “entrega a cuenta” de su propio juicio final).
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