Hace unas horas el mundo ha empezado a cambiar de rumbo. Y no tengo ni idea de a dónde nos conducirá, pero lo que sí se vislumbra claramente es que ya se ha desatado la ola que debe iniciar un cambio de actitud de los gobernantes mundiales.
Wikileaks ha entrado a saco en los secretos del Pentágono norteamericano y ha aireado toda la basura que allí se esconde. La única manera de combatir la “dictadura de los mercados” es recordarles a nuestros responsables políticos que, si ellos no la derriban, seremos nosotros, los ciudadanos, quienes lo hagamos.
Como decía hace un par de días, Cantona no está solo y Wikileaks invierte en libertad informativa. Y es que el diario El País es uno de los pocos medios que ha tenido acceso a 250.000 cables (mensajes) de la diplomacia estadounidense destapados por el citado portal de filtraciones. Los ejemplos que presenta la noticia AQUÍ no tienen desperdicio. Y la ola sigue creciendo.
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Misterios al descubierto 