El suicidio de la cultura nazca. El misterioso pueblo preincaico que sembró Perú de geoglifos gigantes desapareció víctima de su propia deforestación. Jaime Cordero, en el suplemento de este domingo de El País, lo expone así:
Aunque nunca fue un imperio, la cultura nazca, que floreció en Perú más de mil años antes que la inca, tiene fama por derecho propio. Los enormes geoglifos que dejaron los nazca en las pampas desérticas del mismo nombre, y que sólo se pueden apreciar plenamente desde una avioneta que los sobrevuele, causan al visitante una mezcla de admiración y misticismo. No ha faltado quien ha sugerido que en realidad son obra de extraterrestres. Lo cierto es que siguen siendo un misterio que intriga a los investigadores, igual que la súbita desaparición de la civilización, alrededor del año 500 después de Cristo. En realidad, se cree que un fuerte fenómeno de El Niño causó severas inundaciones y desencadenó la decadencia de los nazca; pero un reciente estudio sugiere que éstos también tuvieron parte de responsabilidad en lo que bien podría considerarse una de las primeras catástrofes ecológicas causadas por la mano del hombre.
La investigación, encabezada por David Beresford-Jones, del Instituto de Investigación Arqueológica de la Universidad de Cambridge y reseñada recientemente por la revista Nature, sostiene que si los nazca -que eran notables ingenieros hidráulicos- sucumbieron por los deslizamientos e inundaciones provocadas por el fenómeno de El Niño fue porque ellos mismos debilitaron sus suelos al talar extensos bosques, principalmente de huarango -un árbol que puede vivir más de mil años y es clave en su ecosistema-, para dedicar el terreno a cultivos agrícolas. «Siempre se ha recurrido a dramáticos fenómenos climáticos para explicar los cambios culturales en los Andes», señala Beresford-Jones en Nature. «Pero esto no se sostiene, si nos basamos en lo que sabemos sobre la cultura humana. Se da la imagen de una cultura estática, golpeada por acontecimientos sobre los que no tiene control. Los nativos americanos no siempre vivieron en armonía con su entorno».
Mediante simulaciones hechas con ordenador, los investigadores muestran que las fuertes lluvias e inundaciones de un Niño severo -como el que efectivamente golpeó la costa peruana en ese tiempo, de acuerdo con los vestigios arqueológicos encontrados en la zona- podrían haber causado graves daños al complejo sistema de canales creados por los nazca para irrigar sus cultivos. Si los efectos fueron devastadores fue porque, al talar los bosques, los nazca eliminaron el complejo sistema de raíces que mantenía firme el suelo de sus valles. «Cuando El Niño llegó, se llevó consigo el suelo de la planicie, debido a que éste ya no era sostenido por el bosque. Esto causó la erosión y volvió inservibles los sistemas de irrigación», explica Beresford-Jones. Para corroborar esta tesis, Alex Chepstow-Lusty, paleoecólogo que trabaja en el Instituto Francés de Estudios Andinos, analizó muestras de polen de uno de los valles. El resultado dejaba claro que, mientras que los vestigios más antiguos correspondían a árboles como el huarango, las muestras posteriores pertenecían a cultivos como el maíz y el algodón. Después hay un cambio dramático: los sembrados desaparecen y son reemplazados por la mala hierba, la evidencia del desastre natural. Ésta finalmente también desapareció y dejó el terreno como está en la actualidad: convertido en un desierto.
A juzgar por lo que se puede ver hoy día en la región costera de Ica, de poco sirvió la experiencia de los nazca, porque la devastación de los bosques secos continúa hasta nuestros días y ha llevado al huarango al borde de la extinción. Los oasis de huarango que consignaron los primeros colonizadores españoles en sus crónicas, mil años posteriores al desastre de los nazca, ya no existen. El árbol es ahora derribado en minutos para convertir su madera en carbón, pese a que su tala ha sido prohibida por una ley regional. Según explica Consuelo Borda, que trabaja en un proyecto de reforestación que busca salvar los escasos reductos de huarango que aún sobreviven, el 99% de la población original de huarangos en Ica ha desaparecido. «Antes, hace unas décadas, podías encontrar huarangos incluso en el centro de la ciudad y en las acequias de las afueras; ahora se ha depredado tanto que los últimos reductos de bosque están en algunas dunas en el desierto». El huarango es clave en Ica, y no sólo por ser un árbol emblemático de la región, sino también porque su capacidad de adaptarse incluso en los suelos más hostiles ayuda a mantener a raya al desierto. Sus raíces son capaces de penetrar varios metros en el subsuelo hasta llegar a la capa freática; sus hojas atrapan la humedad que proviene del mar y, además, convertidas en hojarasca, se transforman en un importante fertilizante conocido como poña; y su fruto, la huaranga, puede consumirse directamente o convertirse en harina para elaborar otros productos. «Tres años después de sembrado, el huarango empieza a dar sus primeros frutos y puede ser una fuente de ingresos para las familias», indica Consuelo Borda.
El proyecto de reforestación, en el que también participan las ONG Asociación para la Niñez y su Ambiente, de Perú, y Trees for Cities, del Reino Unido, ha sembrado hasta el momento cerca de 20.000 huarangos en Ica, y también maneja una concesión forestal de unas 120 hectáreas en Usaca, cerca de la actual ciudad de Nazca. Pero, según Borda, el trabajo va más allá de sólo sembrar nuevos árboles: es necesario educar a la población para que aprecie sus virtudes y los defienda de los carboneros. El trabajo empieza capacitando a la gente para que utilice otros árboles, como el espino -que es capaz de regenerarse con rapidez-, para obtener leña. «Nosotros no plantamos un árbol así no más», añade Borda. «Primero capacitamos a la gente, luego sembramos con ellos». El trabajo empieza con los más pequeños, a los que se les enseña el valor del árbol. Aunque han pasado cerca de 1.500 años desde la catástrofe ecológica de los nazca, quizá sus descendientes aún estén a tiempo de aprender la lección.
Relacionados: La desaparición de los mayas, Isla de Pascua: Misterio resuelto, Las piedras del Valle de la Muerte, Las líneas de Nazca, Machu Picchu, De Paititi a El Dorado. Permafrost, Alteraciones del sistema climático y El cambio climático (III).
Estimado don Sixto.
Usted considera estéril esta discusión yo, sin embargo, la considero importante y aunque pueda parecerle paradójico, lo hago pensando en la reivindicación de derechos de pueblos y culturas largamente postergados en América, aunque también valga para otros pueblos y culturas del mundo.
Admito que en nombre de la razón se han llevado a cabo atrocidades, esto si bien es paradójico no tiene porque ser sorprendente. Somos seres humanos y como tales llenos de contradicciones; formamos parte de sociedades que no son ni serán homogéneas y junto con un Voltaire se cría un Napoleón, siendo estos últimos los más. Hecho este último que tampoco tiene porque sorprendernos, pues si analizamos el largo proceso histórico del Homo sapiens, veremos que la mayor parte del mismo predominaron creencias y mitos estúpidos frutos del miedo y la ignorancia. Los mismos se mezclan con una larga historia de adoraciones y reverencias hacia el más fuerte y violento impregnada en la evolución de nuestro cerebro * y no será fácil y requerirá tiempo erradicarlos. Por lo tanto considero que el “proyecto” de “modernidad” es un proceso que apenas se inicia y está inconcluso (como verá no soy pos moderno). Que este proyecto, o mejor llamarlo ideario haya nacido en occidente, lugar donde se han dado también las más grandes guerras de la historia y los campos de exterminios nazi, no es razón para que tenga que ser despreciado y subestimados o ignorados su débiles frutos (la condena a los represores argentinos, los esfuerzos de Baltazar Garzón para devolverle la memoria a España, etc.).
A qué viene todo esto don Sixto. A que es notable como en los movimientos de reivindicación de los pueblos indígenas y de su cultura, se mezclan ideas, que a mi entender, poco pueden aportar a tan noble causa. Esto también lo noto en usted cuando, por ejemplo, discute con DyC y le espeta las guerras mundiales como argumento a su favor. Parecería que para aceptar, por ejemplo, que la cultura Nazca era una gran cultura, hay que renunciar a todo lo que viene de occidente, negar las supersticiones y barbaridades que se cometían (igual que otras de su época) y atribuirles una “espiritualidad” casi sobrenatural a la pueril creencia en que la tierra, los astros y los fenómenos naturales son dioses. Es por eso que usted, como bien dice, reacciona con “pasión” ante la simple idea de que estas culturas podían “meter la pata” (cometer errores) en temas ambientales.
Le pido que reflexione y piense que pueden ganar los olvidados descendientes de estas culturas cuando las reivindicaciones se hacen sobre una base tan endeble, y apoyadas por ideas pos modernas que TAMBIEN tienen su origen en occidente. Piense, por poner un ejemplo, si es un paso adelante o un paso atrás que en nombre del indigenismo o de una reivindicación cultural de una mal entendida multiculturalidad se vuelva a los azotes como castigo, como lamentablemente se pregona en Bolivia.
No quiero extenderme más y espero haber sido claro al exponer ideas tan complejas en tan breve espacio.
• Ver Los Dragones del Eden de Carl Sagan
NOTA DEL BLOGMASTER:
Gran y didáctica respuesta. En mi opinión todo se concentra en un aspecto fundamental, y es que el «nacionalismo» es tan malo como la religión, y don Sixto se muestra demasiado «nacionalista». A esta conclusión llego no sólo leyéndolo, sino remarcando tu frase «Parecería que para aceptar, por ejemplo, que la cultura Nazca era una gran cultura, hay que renunciar a todo lo que viene de occidente»
A lo largo de la Historia, los pueblos excluyentes han acabado arrasados por su propio nacionalismo o, en muchas ocasiones, por otro nacionalismo más «moderno», y así sucesivamente.
Un abrazo, Anaxícrates.
Efectivamente.»divide yconquista» mejor sería que trates de unificar tus ideas y luego conquistarsi ésta es tu obsesión. Comentarios como los tuyos han llevado a calififcar injustamentecomo salvajes a los nasquenses y a otros. Para Uds. quizás sea más cómodo ignorar que guerras como las napoleónicas,sin mencionar la 1ºa y 2da. Guerra Mundial, hicieron millones de «sacrificios». Pero Uds. prefieren (con hepático encono) formular «racionales» juicios a nuestros remotos pueblos.
Señor Anaxícrates, de mi mayor respeto y consideración: Jamás he mencionado el término «ofensa». Solo he dado respuesta enérgica a lo que creo y considero una desafortunada opinión; y se lo digo frontalmente sin escudarme detrás de un seudónimo. Y o voy a seguir con lo que estimo, una estéril discusión.
Reciba Ud. mi sincero respeto y mayor consideración.
Mi corrreo personal es: condechaucato@yahoo.es
NOTA DEL BLOGMASTER:
No es normal «desafiar» aportando públicamente el e-mail. Aqué se viene a debartir. Usted expresa sus opiniones y otros lo hacen con las suyas.
La Historia es la que es; no importa los sentimientos que tengamos hacia una determinada cultura. Si una cultura mata niños (no lo digo por la nazca sino que generalizo) puede que, en su tiempo, eso fuera «normal», pero hoy es una salvajada. Y los justifiquemos o no, el hecho indiscutible es que sacrificaban niños.
Todo lo demás son argumentos que, considero en mi opinión (y podría estar equivocado) que usted es demasiado vehemente. Nadie «agrede» a los nazca por exponer su forma de actuar, ni a los mayas, ni a los españoles ni a los chinos. Repito, la Historia es como es y tal vez no como nos gustaría.
Saludos.
Estimado don Sixto.
Lo suyo es una madeja tan enredada que no sé por dónde empezar. A ver:
Opino que después de muchos charlatanes como Von Däniken diciendo cualquier barbaridad sobre la cultura Nazca, los que se sienten identificados con ésta tienen razón en estar un poco cabreados. Pero resulta que la fuente de información de los comentarios de esta entrada son muy respetables. Tal vez usted ignore que para publicar en una revista como Nature se necesite dar pruebas bastantes convincentes de lo que se dice. Lamento si no puede distinguir entre “Regreso a las Estrellas” de Däniken y Nature.
Le juro que volví a leer mi anterior entrada y no encuentro ofensa alguna. El hecho que TODAS las culturas primitivas hayan creído en absurdos mitos (esto aún perdura), realizados sacrificios inútiles a dioses inexistentes y otra larga serie de absurdos nos involucra a todos, pues somos sus descendientes.
Por otro lado me parece que no entiende muy bien a que nos referimos Iván y yo cuando hablamos del “mito del buen salvaje”, pues solo bajo la hipótesis de una confusión adquiere sentido su frase
“Dando respuesta al otro erudito y también anonimo comentarista que se expresó, los nasquenses no fueron “buenos salvajes””
Considero absurdo juzgar moralmente a una civilización antigua bajo la óptica de nuestra civilización, tan absurdo como lo inverso, que es imponer conceptos morales de civilizaciones pasadas a la nuestra. Como usted podrá apreciar no tengo la más mínima intención de calificar a los nasquenses como buenos o malos.
Usted dice que cuando se hace historia se pone pasión. Si como pasión se refiere al deseo irrefrenable de saber cada día más de los acontecimientos pasados me parece muy loable de su parte. Pero me parece que usted confunde pasión con el deseo que las cosas sean como a usted le parece que tiene que ser y en esto no puedo estar de acuerdo. Por otra parte no veo la necesidad de idealizar a algunas culturas. Hay pruebas concretas que muchas culturas americanas eran grandes arquitectas, orfebres y que también conocían la manipulación genética por selección (el maíz por ejemplo), pero esto no quita que también muchas practicaban sacrificios humanos horripilantes y cada tanto se comían a un congénere. Esto es la realidad y como dice Serrat, nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. . .
Disculpe que no lo entienda en el desafío de encontrar cosas dignas de admiración que se ha producido hasta hoy. Si el desafío es a nuestra cultura no puedo creer que usted ignore entre otras cosas los viajes a la luna, Los Voyager 1 y 2, el Hubble, las radiografías por resonancia magnética, los trasplantes de órganos, internet, y un largo etcétera. Si el desafío es personal, tengo que confesar que soy bastante pobre en inventivas, pero protesto enérgicamente a tener que construir una pirámide, por ejemplo, para poder intervenir en este blog. Además sea sincero amigo, usted tampoco anda por ahí haciendo pirámides o acueductos de piedra.
Para volver al núcleo de esta discusión, que en definitiva se trata de ecología. Creo que la pasión no le deja ver un hecho tan simple como aceptar que “el misterio” de la desaparición de muchas culturas amerindias tal vez se deba a un mal manejo ambiental. Piense que a nuestra civilización, con una carga tan grande de conocimientos de vez en cuando se nos escapa un ¡ups! ¡no me di cuenta del ozono, o del dióxido de carbono! ¿Por qué no les podía pasar a ellos también? ¿Porque creían que la tierra era una diosa y el sol un dios? Perdóneme pero lo encuentro absurdo
NOTA DEL BLOGMASTER:
Ya sabía yo, mi admirado Anaxícrates, que sabrías dar la explicación oportuna. Además, te has superado en mis previsiones. Te doy las gracias por ello.
Para mi entender, me quedo con tu frase: El hecho que TODAS las culturas primitivas hayan creído en absurdos mitos (esto aún perdura), realizados sacrificios inútiles a dioses inexistentes y otra larga serie de absurdos nos involucra a todos, pues somos sus descendientes.
Efectivamente, nosotros somos descencientes de bárbaros, pero el Conocmiento ha «amueblado» nuestra cabeza de una manera donde el bienestar social predomina frente a la superstición, aunque todavía quede mucha entre el género humano.
Un abrazo, amigo.
Bueno si el señor tiene esa imagen romanticona casi cursi y chauvinista quien soy yo para hacerlo cambiarle sus ideas.
Algunos arqueologos encontrado entre los moches muchos huesos rasgados con un serrucho de piedra como si hubieran desollado algunos miembros y craneos fracturados, ademas que en esa parte hace un sol infernal ellos daban en sacrificio a personas. En el Cuzco tambien se encontraron muchas osamentas de niñas entre 13 y 16 años mas conocidas como las princesas del sol, que hacia el Inca con tantas menores de edad? bueno hay algunas teorias. Claro que todo esto no le quita la majestuosidad a esta gran cultura y su belleza. salu2
NOTA DEL BLOGMASTER:
Muchas culturas antiguas tenían como «principios morales» conceptos que hoy nos parecen aberrantes. Y eso no es ni romanticismo ni salvajismo, es Historia.
Y esos casos se han dado en América, en Europa y en todo el mundo. Nosotros podemos disfrutar de los conocimientos que descubren los arqueólogos y no es bueno contradecir la evidencia por amor a una «patria». El hombre es ciudadano del mundo antes que ciudadano de una determinada cultura 😛
Gracias amigo DyC y disfruta de una feliz transición de año jejejeje.
Un abrazo.
¡Sí! visión medio romanticona y hasta ingenua, estimado señor Anaxícrates, como su respetable seudónimo que evoca tal vez entre suspiros, a la fantástica Grecia. No somos los nasqueños solo románticos, sino apasionados de la historia de nuestra tierra y de nuestros ancestros, porque la pasión -quiérase o no- está presente en todo aquel que se ocupa del tema histórico. Pero nuestra opinión no va acompañada de églogas, ni endechas cantando loas a un pueblo cualquiera.
Afirmó don Ramón Menéndez y Pelayo, que «las tesis y los epigramas enterraron a la historia». Y aqui lo estamos palpando: todo aquel a quien se le antoje, lanza al aire su tesis personal sobre algo. Eso estaría bien si por lo menos se sustenta en un razonamiento lógico. Quisieramos pues, que nos presenten como dice otro comentarista anónimo, «sus pruebas en la mano».
Dando respuesta al otro erudito y también anonimo comentarista que se expresó, los nasquenses no fueron «buenos salvajes». Mire a su alrededor, mírese usted mismo, en éste tiempo en el que vive, pregúntese ¿qué cosa digna de admiración ha producido hasta hoy? y que proyectada al futuro pueda causar admiración a otras generaciones. Lo invito fraternalmente a reflexionar antes de llamar despectivamente así a una cultura increíble como fue la nuestra.
Insisto, calificar de «suicidas» depredadores a los nasquenses, es un suicidio intelectual, propio de alguien que no conoce en lo más mínimo el entorno en el que se desarrolló ése grupo cultural. Y entonces, con ése mismo criterio habría que calificar de «suicidas» a los Paracas, a los Moches, Chimúes; todos ellos que también habitaron en la desértica faja costeña peruana. Y quizás a los Olmecas, Toltecas y Mayas desaparecidos como los nuestros, en forma inexplicable, rompiendo sus eslabones con las generaciones posteriores lo cual impidió entender, como se deduce hasta hoy, muchos de los misterios que quedan pendientes por resolver.
La gran deforestación del paisaje nasqueño no se hizo ni siquiera con la presencia española, sino a partir de la República. «Esforzados» empresarios arrasaron bosques y montes para obtener madera y carbón.
Pese a todo, los saludo fraternalmente en nombre de NASCA, nuestro maravilloso pueblo ancestral.
NOTA DEL BLOGMASTER:
Tengo la impresión de que no has interpretado bien a Anaxícrates, porque una pesona tan culta y docente en la materia, jamás ha ofendido a nadie. Por eso, dejaré que sea él quien responda a tu comentario.
Respecto al mismo, me parece una muy buena visión que tienes de la Historia, incluso aunque también se encuentre salpicada de aspectos romanticones como muestran tus palabras. Sea como sea, te agradezco tu aportación poque ayuda a completar este artículo.
Gracias por comentar.
Saludos.
Digo yo…
Si la antigüedad estaba lleno de «culturas que respetaban la naturaleza», por qué la agricultura y sociedad evolucionó como evolucionó ¿De pura maldad? ¿Por un repollo transgénico?
Demasiado mito del buen salvaje, como dice Iván. Muy parecido a los mitos sumerios – judeos – cristianos del paraíso perdido.
Señor Alvarado: la depredación de la naturaleza como usted le llama, se dió en todas las civilizaciones. Es la respuesta que encontró el hombre, un mono casi indefenso desde el punto de vista anatómico, pero muy poderoso cuando comenzó a utilizar su cerebro. De tanto utilizarlo se dio cuenta que tiene que preservar la naturaleza, pero eso es AHORA, me atrevería decir a partir de principios del siglo veinte, como producto de las investigaciones de la ciencia biológica.
Antes, señor Alvarado, lo que existían eran absurdos mitos, muchos de los cuales llevaban a sacrificios humanos y de animales y si bien es cierto que ahora también existen mitos tan absurdos como antes, su práctica esta suavizada por lo poco que el hombre llegó a entender la naturaleza.
Las pruebas históricas y biológicas irrefutables contra el mito del buen salvaje son de un número tan considerable que solo los que se empecinan en el mito pueden sostener sin fundamento
NOTA DEL BLOGMASTER:
Perfecto razonamiento, amigo Anaxícrates. Hay otra cosa peor que adorar a un mito, y es mitificar al propio mito para dotarlo de una barrera infranqueable al razonamiento. De esa manera, los que anteponen sus ansias por lo «maravilloso» guardan un colchón donde parar los golpes que la Inteligencia, la Cultura, el Razonamiento, la Ciencia y la Vida les dan.
Y más grave aún es comprobar que, ni con las pruebas en la mano, son capaces de cambiar de opinión, tal y como nosotros hicimos cuando nos las mostraron. Esa es la diferencia: nosotros podemos evolucionar; ellos pertenecen a una rama en vías de extinción por su inmovilismo.
Un abrazo.
Y ya salto de nuevo el mito del buen salvaje y el misticismo y la espiritualidad y bla bla bla…
Lastima que «porque lo digo yo» valga entre cero y cero coma 1 y tienda a menos infinito frente a pruebas cientificas
NOTA DEL BLOGMASTER:
Iván, el límite del incremento de Y dividido por el incremento de X, cuando incremento de X tiende a O, es la derivada de la función 😛 😛 😛
sixto ismael fernandez alvarado sin ofender pero tienes una vision media romanticona por no decir ingenua de gente ke trataba de sobrevivi hace unos miles de años atras, nadie niega sugran cultura pero pongamos lascosas en su lugar. salu2
NOTA DEL BLOGMASTER:
No hay cosa peor que ofenderse porque alguien argumente una tesis contraria a nuestros antecesores. Particularmente, yo no me doy por aludido cuando alguien afirme que los españoles que llegaron a América eran unos fanaticos genocidas, ¡porque lo fueron! Pero admitir la historia no significa descabalgarse de los valores de ética actuales de los que gente como la mayoría de este blog podemos presumir, independientemente de los nacionalismos (siempre malos) 😛
Un abrazo.
Rechazo rotundamente las afirmaciones trasnochadas del señor Jaime Cordero de que los nasquenses, nuestros antepasados, autores de las más extraordinarias obras de ingeniería hidráulica de América y quizás del mundo, hayan cometido el «suicidio» de depredar y deforestar sus bosques y montes.
Eso refleja el absoluto desconocimiento de éste señor de la mística y comunión que tenían nuestros ancestros con la dura tierra que les cupo vencer precisamente para arborizarla y poder sobrevivir en ése desértico entorno. Nadie como los nasquenses, para administrar y dosificar el consumo y utilización de sus escasos recursos hídricos y de fauna y de flora.
De repente, y sin ofenderlo, le sugiero dedicarse a comentar sobre fútbol ú otra cosa similar.
NOTA DEL BLOGMASTER:
Puede que no tenga razón el señor Cordero, pero hemos de reconocer que la mera consideración de que los nazca fueran una gran cultura no tira por tierras sus tesis. Necesitaríamos unos argumentos más sólidos que los expuestos por él. Particularmente me inclino por no elevar a la categoría de «dioses» a ninguna cultura (ni antigua ni actual); después de todo, las antiguas desaparecieron por su propia debilidad bajo la bota de las siguientes.
Gracias por comentar.
Saludos.
Los dibujos esos no necesariamente pueden verse desde una avion pueden ser visto a simple vista desde un monte elevado. Pero ni el mas imaginativo habitante nazca pensaria ke muchos años mas un Von daniken haria una fortuna con esos dibujos ke no son nada del otro mundo y eso ke no habian piramides. salu2
NOTA DEL BLOGMASTER:
Mira que ha hecho daño el Dániken de los cojones. A ningún nazca, cuando estaba rascando el suelo para hacer las líneas, se le ocurriría pensar que estaba trabajando para extraterrestres. Sin embargo, hoy en día muchos son los que babean tonterías. Salu2