Junto a la Catedral de la Virgen de la Asunción, en la Archidiócesis de Hermosillo, al norte de Sonora, en México, se encuentra una estatua que, se mire como se mire, refleja fielmente la obsesión de los curas por el sexo. Es una felación. Pero como odian a la mujer (misóginos), lo mejor es una relación hombre – niño. Vean las fotos.
En el blog “Rincón ecléctico del Tío Cesar” vi las fotos anteriores, y César de la Luz me autorizó a emplearlas en este post. Gracias por ello. Y acabo diciendo que la Iglesia Católica camina hacia su perdición. Ahora, en España, han decidido meterse en política y cabrear a los ciudadanos utilizando las procesiones de semana santa para manifestar sus anacronismos. No les basta con molestar y cortar el tráfico en las ciudades para sacar su imaginería a la calle, acto prohibido por su libro sagrado, ahora se ponen un lazo en los huevos para que Dios los conserve activos y seguir violando a niños católicos. A los míos no, seguro.
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