La Watchtower Society es la denominación norteamericana de la secta destructiva Testigos de Jehová. ¡Mira que llamarse “de Jehová”, siendo ese nombre un error histórico de traducción, tal como se aclara en mi entrada “El nombre de Dios”! A mí me produce tristeza y pena el hecho de ver muchos domingos a gente que patea las calles de casa en casa intentando reclutar individuos para su “causa”.
¿Cuál es la “causa” de los Testigos de Jehová? No entraré en los disparates de sus profecías ni en desglosar las barbaridades que esta gente cree. Simplemente diré que en los EEUU los ejecutivos de la Watchtower Society (testigos de Jehová) y sus filiales viven opíparamente, no ya sólo de los ingresos íntegros que recaudan los repartidores de panfletos (Atalaya y otros), sino también de sus negocios de venta de tecnología armamentística (no se pierdan este corto documental, sobre todo la segunda parte de esos minutos, AQUÍ).
La deducción es bien sencilla. El papel y la impresión de los panfletos no tiene coste alguno para la organización (es aportado por devotos empresarios miembros de la misma). El reparto tampoco tiene coste porque el “ejército” de voluntarios que patea las calles los domingos no cobra. El precio es “la voluntad”, por lo que, en el más bajo de los casos, el beneficio es del 100 por 100. El timo piramidal de esta secta es cuasi indestructible por el fanatismo de sus ciegas o cegadas bases.
¿De qué hablan los testigos de Jehová en sus “asambleas”? De todo, de lo divino y de lo humano, pero JAMAS hablan de las cuentas. Es un apartado prohibido para los aleccionados fieles. El lavado de cerebro a que son sometidos los hace perder la noción de la realidad y hasta cortar los lazos familiares, como todas las sectas destructivas que únicamente reclutan individuos normalmente débiles en el aspecto psicológico. (Vean este corto fragmento del testimonio de un psicólogo y un ex miembro de la secta AQUÍ)
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Misterios al descubierto 